Hipotecas autoconstrucción

Ayuda para construir vivienda

Para conocer las clases de hipotecas que existen, podemos empezar dividiéndolas por sus tipos de interés:

• Fija. El interés es el mismo durante toda la vida del préstamo.
• Variable. En este caso, el tipo de interés depende del diferencial pactado y del índice de referencia elegido, que en la actualidad es en la práctica totalidad de los casos el Euríbor. La hipoteca se revisa de manera periódica y la cuota va cambiando. Es cierto que cuando se firma el tipo de interés es más bajo que en una hipoteca fija, pero cómo será en los siguientes años es toda una incógnita.
• Mixta. Es un producto que mezcla los dos anteriores. Lo habitual es que durante los primeros años se apueste por un tipo de interés fijo y en los siguientes y durante el resto de la vida del préstamo por uno variable.

También se pueden diferenciar las hipotecas por el destino que tenga el dinero:

• Hipoteca para la compra de una vivienda. El dinero se utiliza para la compra de una vivienda y esta propiedad actúa como la garantía principal del préstamo.
• Hipoteca segunda vivienda. Las condiciones son similares a la anterior, pero más exigentes.
• Hipoteca para la compra de local. También es parecida a la que se solicita para adquirir una vivienda, pero al igual que decíamos en el caso de la segunda residencia, las condiciones son más duras, con tipos de interés más altos o plazos más cortos.
• Hipoteca inversa. Es un producto destinado para las personas mayores, ya que se les concede un dinero utilizando como garantía su vivienda en propiedad. Cuando fallece el dueño de la propiedad, se tiene que llegar a un acuerdo con sus herederos para saber qué sucede con la vivienda.
• Hipoteca autoconstrucción. Se trata de una hipoteca para construir casa. Gracias a la hipoteca autopromotor podrás tener tu propia vivienda.